Las Brigadas de Refuerzo contra Incendios Forestales (BRIF), dependientes del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, seguirán sin poder actuar como cuerpo dedicado de manera permanente a la prevención y a la extinción de incendios. El Gobiernovolverá a prescindir de las brigadas repartidas por el conjunto de la geografía española para evitar la continuidad en el servicio de los trabajadores fijos discontinuos.
Las primeras agrupaciones que se disolverán serán las de Tineo, en Asturias, y Lubia, en Soria, que dejarán de prestar servicios el día 14 de junio, en plena temporada de incendios. No obstante, Agricultura recuperará 15 días más tarde a los despedidos en junio, para suspender de nuevo sus contratos en octubre. Será en este mes precisamente cuando se disuelvan también las unidades de Ourense, León, Cáceres, Ávila, Cuenca, Toledo, Zaragoza y La Palma.
Sin embargo, y según ha podido saber ELMUNDO.es, la subdelegada del Gobierno en Soria, María José Heredia, había confirmado días antes al alcalde de la localidad de Cubo de la Solana que estaba asegurado el trabajo de las brigadas. Días después de esta comunicación, los brigadistas recibieron su cese por carta y fueron los propios trabajadores quienes se pusieron en contacto con la secretaria general de Agricultura, Isabel García Tejerina, quien les comunicó que no podría decirles nada por el momento.
Los profesionales del único cuerpo estatal de lucha contra el fuego vuelven a encontrarse en la misma situación que en la campaña anterior. El año pasado, como adelantó ELMUNDO.es, fueron despedidos por el departamento que dirigía Rosa Aguilar, en plena devastación del Macizo Central gallego. Y este año, a pesar de las promesas de 'populares' y socialistas, seguirán sin prestar el servicio de prevención y extinción de manera permanente.
Algunos de los trabajadores consultados aseguran que "estamos ante una nueva tomadura de pelo" y refuerzan su argumento apuntando que "se inyectan en Bankia 23 millones de euros y no son capaces de destinar 1 ó 2 millones para pagar a unos profesionales que cobran 800 euros".
Para los operarios de la lucha contra el fuego "no es justificable hablar de crisis sino de una mala organización del presupuesto". De hecho, y según los datos facilitados por la propia administración, la partida dedicada a las BRIF aumentó con respecto al ejercicio anterior en más de 2,4 millones de euros al pasar de los 71.868.872,20 euros a 74.300.000 euros. Los trabajadores recibieron la explicación de que la subida se debe a un aumento de los medios materiales contra el fuego, en concreto, de los medios aéreos.
En lo que se refiere a los medios humanos también existen desajustes económicos. La página web del departamento de Agricultura del ministerio publica que la cantidad destinada al personal es de 20.881.167,42 repartidos en nueve meses y medio. Por el contrario, en la página de información del Consejo de Ministros la cifra es de 18.307.977,55 para el mismo periodo. La diferencia entre ambas cantidades es de 2,5 millones de euros, lo que supone 270.000 euros menos cada mes.
Pese a todo, los agentes, agrupados en la Asociación de Trabajadores BRIF, dicen que quieren mantener una actitud de diálogo con las autoridades y persuadir al ministerio de la necesidad de estabilizar los puestos de trabajo al tratarse, dicen, de un servicio público.
Peligrosidad de incendios forestales
La campaña contra incendios se prevé que sea especialmente intensa este verano. La disminución del presupuesto destinado a la prevención y a la extinción en algunas comunidades como Galicia provoca que en los montes sea rápida la proliferación de los incendios forestales.
Distintos agentes forestales consultados afirman que "no se han llevado a cabo tareas de prevención y las intensas lluvias de la pasada primavera han creado el caldo de cultivo perfecto para que la vegetación se convierta en pasto de las llamas".
De hecho, este diario ha comprobado cómo los 59 trabajadores de las BRIF en Galicia se encuentran desbrozando el monte en la zona de Laza, especialmente dañado en los últimos años por los incendios sucesivos de los últimos años.