Tras el 'golpe' de recibir un diagnóstico tan impactante como el cáncer y conocer el tratamiento que el oncólogo va a implantar para luchar contra la enfermedad, el paciente puede hacer algo en ese 'camino' a la curación.
Un panel de expertos de la Sociedad Americana del Cáncer ha lanzando una nueva guía para orientar a estos enfermos sobre qué aspectos de su vida pueden cambiar o mejorar para reducir la probabilidad de sufrir una recurrencia o aumentar las posibilidades de mantenerse libres de enfermedad después del diagnóstico.
Una evidencia creciente muestra que para muchos cánceres el exceso de peso, la falta de ejercicio y la mala nutrición aumenta el riesgo de una recurrencia del tumor y reduce la probabilidad del tiempo libre de enfermedad y la supervivencia.
"Los datos sugieren que los supervivientes de un cáncer, como cualquier otra persona, se benefician de estos importantes pasos", ha declarado Colleen Doyle, director del departamento de nutrición y actividad física de la Sociedad Americana del Cáncer y coautor de esta guía.
"Hemos publicado informes previos que subrayan la evidencia delimpacto de la nutrición y la actividad física en la recurrencia del cáncer y la supervivencia, este es la primera vez que la evidencia es lo suficientemente fuerte como para publicar unas guías para los supervivientes, tal y como hemos hecho para la prevención del cáncer. Tener unos hábitos de actividad física y de dieta sana debería estar como prioridad en la cabeza de cualquiera que haya sido diagnosticado con un cáncer".
Entre otros consejos que ofrece esta guía se encuentra el evitar ganar peso durante el tratamiento porque puede ser importante no sólo para los pacientes con sobrepeso sino también para aquellos que tienen un peso normal.
El ejercicio no sólo es seguro y factible durante el tratamiento oncológico, sino que también puede mejorar la forma física, la fatiga, otros múltiples aspectos de la vida y puede, incluso, aumentar la tasa de cumplimiento y finalización de la quimioterapia.
La actividad física tras un diagnóstico de cáncer, recuerda la guía, está asociadad con un riesgo reducido de recurrencia y con una menor mortalidad entre múltiples grupos de pacientes, incluidos aquellos con un cáncer de mama, colorrectal, próstata y cáncer de ovario.
Los resultados de diferentes estudios observacionales sugieren que la dieta y las elecciones alimenticias puede afectar a la progresión del cáncer, al riesgo de recurrencia, y a la supervivencia total en personas que han sido tratadas de un cáncer. Por ejemplo, una dieta con un alto contenido en frutas, verduras, cereales integrales, carne de aves y pescado ha sido asociada con una menor mortalidad comparada un patrón alimenticio rico en carne roja, alimentos con un alto contenido en grasa y fritos, tras un diagnóstico y tratamiento de cáncer de mama.
"Como cada vez hay más gente que sobrevive a un cáncer, hay un interés creciente en las informaciones sobre la elección de alimentos, actividad física, y suplementos dietéticos para mejorar los resultados del tratamiento, calidad de vida, y supervivencia total", explica Doyle. "Nuestro informe resume los resultados de este panel de expertos, su intención es presentar la mejor información posible con la que ayudar a los supervivientes de un cáncer y a sus familias a tomar elecciones informadas relacionadas con la nutrición y la actividad física.