La patata multiplica su precio por diez desde su cotización en origen al valor de venta en los comercios, ya que en el mes de abril se pagó en el campo a 0,06 euros por kilo, mientras que en destino el consumidor la encontró a 0,60 euros por kilo, según datos de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG).
La organización agraria ha solicitado al Ministerio de Agricultura que impulse una Interprofesional de la Patata de ámbito estatal para conseguir el reequilibrio de la cadena de valor de este producto.
COAG consideró que esta organización, formada por todos los agentes implicados en el sector, deberá servir para negociar las condiciones de los contratos de suministro de la patata en fresco y de transformación y para publicar índices de tendencia de mercado que recojan los costes de producción.
Además, abogó por acompañar esta medida de otras actuaciones como la realización de campañas de promoción que avisen a los consumidores de la puesta en el mercado de la patata temprana o la mejora de la transparencia del etiquetado, que otorgue garantías para que "la distribución no dificulte la entrada en sus lineales de patata española".
En España se cultivan 80.000 hectáreas de patata que generan más de 16.000 puestos de trabajo directos. En la última década el nivel de las importaciones ha pasado de 550.000 toneladas en el año 2000 a más de 750.000 de la pasada campaña.
De esta manera, el 65% de las patatas que se consumen en la actualidad en España proceden del extranjero, fundamentalmente de Francia (50%).
"Ofrecemos un producto fresco a precios asequibles durante casi los 12 meses del año, pero es imposible competir con la patata de conservación y de baja calidad que entra del exterior, en la mayoría de los casos apilada en los almacenes desde la campaña anterior y preferida por las grandes cadenas de distribución por su bajo precio", apunta el responsable del sector de la patata de COAG, Alberto Duque.